Estos días en Galicia han sido como una bocanada de aire fresco en todos los aspectos. Y me he leído dos libros, y los dos me han gustado. Ojos de Agua, de Domingo Villar (amigo de la familia, según parece) se devora en poco más de un día, y mira que a mi no me gustan las novelas policíacas. Pero esta está ambientada en casita, en Vigo y Toralla, para ser exactos, y eso hace ya de primeras que la lectura sea más amena. Además, la historia engancha y el final sorprende. Y he devorado El juego del ahorcado. Aún no he visto la película, y es que quería leerme antes el libro (intento hacerlo siempre), y me ha gustado bastante. Me quedo con una de las frases del principio, que me viene como anillo al dedo:

"Puede decirse sin miedo a errar que una amistad cimentada en incontables partidas de futbolín es para toda la vida".

Pocas verdades como esa.

Me voy a tomar un zumo.

A quitar las penas.

Malditos Followill.

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