Espero que el café de hoy no tenga las mismas complicaciones que el de ayer. Hoy al menos ha sido el pie derecho el que ha ido por delante. A veces me gustaría dar más explicaciones de las que doy, y no haceros sentir gilipollas por no entender la mitad de las cosas que digo. Pero si no lo hago, no es por mi, sino por miedo a que alguien se sienta ofendido si lo nombro o si malinterpreta mis palabras. Hoy, por ejemplo, me encantaría contaros detalles acerca de mis últimos avances en el terreno prohibido, pero cómo voy a hacerlo. Y si lo lee? Y si se piensa lo que no es? Así, que o lo hago en clave (y acabo liándome yo misma), o no lo hago. Y es por esto que acabo tomándome tantos cafés ultimamente, porque si no me desahogo por aquí, en algún sitio tendré que hacerlo. Por eso, y porque me he dado cuenta de que si no me aconsejan habitualmente, es porque no me dejo. Oops, me llaman. Luego os cuento.

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