• Stars, Unicorns and Sunsets •
I may be your sweet spot, take me to your candy shop.
In the end I predict, you’ll get the very best of me.
Elena. Periodista responsable de contenidos en Kedin.es. Cuasifotógrafa. Coleccionista. Promotora de conciertos. Eternamente a dieta y con mi otra mitad al otro lado del charco. ♥ books, fashion, vintage, music. Odio los lunes y las almohadas pequeñas.
Elena Metafóricamente adquiere los conceptos de "la mujer más bella del universo" derivados de la historia troyana de París y Elena, en la que Elena, de belleza incomparable, fue persuadida por París para llevar a cabo una fuga juntos. Por eso el nombre de Elena ha adquirido el epíteto griego de "destructora de hombres". Naturaleza emotiva que todo lo aprovecha. Se expresa por medio del método, la ejecución y la jerarquía. Ama lo sólido, lo que crece y lo protege. Le gusta sentirse segura. Complaciente. Se expresa en la conciliación de intereses opuestos y en la atención al detalle. Ama la responsabilidad y la legitimidad. ♥
miércoles, 12 de noviembre de 200815:44La memoria



La memoria humana es la función cerebral resultado de conexiones sinápticas entre neuronas mediante la que el ser humano puede retener experiencias pasadas. Los recuerdos se crean cuando las neuronas integradas en un circuito refuerzan la intensidad de las sinapsis.
Se sabe que la memoria sólo es confiable hasta cierto punto, bien sea por no recordar cosas que se saben, o por recordarlas incorrectamente.

Ay memoria condenada. Todos tenemos recuerdos falsos, pero no sabéis lo gracioso que es darte cuenta de los mismos. Tanta conversación trascendental ha dado pie a que me relea dos o tres diarios adolescentes de esos que hacía siglos no desempolvaba. Lo primero que saqué en claro, es que jamás volveré a reirme de las quinceañeras estúpidas que se creen el centro del universo. Mucho menos menospreciar sentimientos ajenos o más importante aun, decir vez alguna "de esta agua no beberé". Creedme, todos caemos, lo recordemos o no. Porque muchas veces pasa eso, sólo recordarmos lo que queremos. Se produce una selección inconsciente de recuerdos de la que nunca te darías cuenta, a no ser que como yo, tengas toda tu infancia, adolescencia y lo que viene después, plasmado en diarios garabateados. A veces omitimos información, otras la distorsionamos. Algo que recuerdas en Navidad, realmente pasó en verano. El día que recuerdas como tu primera moña oficial, es en realidad la segunda, puede que incluso la tercera, pero los alicientes de los carteles del Fary suponen una anécdota que contar, que los dos primeros no tuvieron.
Lo mismo sucede con las relaciones. Gente que crees que pasó por tu vida como un suspiro, ocupa en realidad decenas de páginas del diario. Quizás no te interese recordarlo. Otras veces, las relaciones quedan ocultas por el paso del tiempo. Sabes que estuvo ahí, que fue intenso, que fue parte de tu vida, pero se te olvida a ratos, hasta que algo lo hace resurgir de la nada. Sabías que había sido bonito, pero no recordabas detalles, momentos, frases. Todas adornadas con la intensidad de los 15 años, con la intensidad de las primeras veces. Y entonces vuelves a valorarlo como antes, pero con tu madurez actual, y creedme si os digo que es de las cosas más mágicas que pueden pasarte.
A estas alturas, no estáis a tiempo de escribir día a día vuestra adolescencia, y no sabéis lo que os perdéis. Pero si estáis a tiempo de escribir el presente, que algún día será pasado, y del que también os olvidaréis, consciente o inconscientemente.

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